EXQUISITA NOTA DE Emanuel Niel SOBRE EL BASQUET FEMENINO

¿Desde cuándo, para el básquetbol femenino, ingresar a un mundial no representa en sí mismo un premio? ¿Qué cambió dentro de nuestro básquetbol de cada día, para suponer, que pelear por el 13er lugar en un mundial es poca cosa?

¿Nuestra competencia interna creció considerablemente? No. Como ejemplo sirve que la actual liga nacional de básquetbol femenino se lleva adelante en un formato de cabotaje, impulsada por las propias jugadoras, ya que de no haber sido por la ingerencia de ellas, este año, no se hubiese llevado adelante el torneo más importante que puede tener nuestro país.

¿Sólo con el torneo de Capital Federal alcanza? Para nada. En el mundo de los ciegos el tuerto es rey, pero la hegemonía de un puñado de equipos semiprofesionales que se reparten a las mejores jugadoras del conurbano no refleja el sustento necesario como para plantarnos de igual a igual ante las potencias, ni siquiera, a nivel continental. Jugar tres o cuatro partidos al año entre clubes competitivos no nos hizo ni hará mejores.

En el caso puntual de las U19 que fueron a Chile ¿El quinto puesto en el FIBA Americas influyó negativamente? Es trabajar con potencialidades, pero se puede suponer que sí. Como anteriormente también resultó perjudicial la ubicación obtenida en el sudamericano U17 de Santiago de Chile. De igual forma hay una cuestión de base que no se ha tocado: Si de igual manera Argentina hubiese salido quinta en el FIBA Americas, pero en el sorteo del mundial le hubiesen tocado otros rivales ¿El nivel exhibido en el mundial le hubiese permitido pasar de ronda?... pregunta que genera un nuevo disparador.

¿La preparación del seleccionado fue buena? La respuesta depende que ítems incluya la palabra “preparación”. Si se refiere a calidad y cantidad de prácticas de las chicas, además de compromiso y entrega por parte de ellas y el cuerpo técnico, la respuesta debería ser Sí. Ahora, si por “preparación” entendemos amistosos, o factores emocionales/organizativos internos, ahí nos deberíamos volcar por el No.

Si bien el presidente de la CABB, Germán Vaccaro, manifestó en los micrófonos de Pick and Roll Radio que la preparación “fue muy buena”, me permito disentir con la autoridad máxima de nuestro básquetbol.

Él argumento utilizado por Vaccaro para calificar de esa manera la puesta a punto, giró en torno a los amistosos jugados ante las U19 de Chile (tres oportunidades) y Brasil (una vez), y ante las U23 de Chile, casi cuatro meses antes del mundial. A su vez, adjudicó a la CABB los amistosos ante Italia y Taipei, horas antes de iniciar el certamen global.

Si realmente la apuesta es para crecer, los amistosos deberían haber tenido otro nivel de exigencia. Dejemos de lado la fecha de disputa. Si se pretende mejorar, Chile no es el rival a medir, con todo lo que ha crecido el país trasandino en lo que a básquetbol femenino se refiere de la mano de Cristian Santander. De esos cotejos de fogueo tan destacados por Vaccaro, el único de importancia fue ante Brasil.

Lo de Italia y Taipei, conseguido por el cuerpo técnico una vez ya ubicado en tierras chilenas (no una gestión CABB), no entra en el terreno de amistosos, ya que si bien para las nuestras fueron cotejos de fogueo, para sus rivales de turno resultaron ser prácticas con un equipo de otra zona, entendiendo además que cuidaron piezas de sus andamiajes, por la cercanía inmediata del torneo.

Lo del factor emocional y organizativo interno también cuenta. Consultado Germán Vaccaro por Pick and Roll radio acerca de si había influido en el grupo de las U19, y a su vez en su preparación, el alejamiento de Flor Meléndez de las selecciones argentinas; el referente de la CABB mencionó con aplomo que no había repercutido en lo más mínimo esa salida, debido a que “Roberto Santin era quien, desde un primer momento, estaba designado para dirigir este grupo”.

Esto no se condice con el testimonio dado por el propio Flor Meléndez a los micrófonos del programa “Tirando al aro”, donde a fines de febrero, y textualmente sostuvo: “(:…) al acuerdo que llegamos ayer entre Gregorio, Santin y yo; es que yo voy a dirigir el mundial U19 en julio; porque yo tengo junio y julio libre de la liga, no me molesta para preparar ese equipo”.

Más disparadores: ¿Hay camadas mejores que otras? Si, y la diferencia se vuelve más notoria cuando, a sabiendas de lo que es nuestra competencia interna, no se vuelcan al trabajo cotidiano amistosos de importancia, los cuales acrecentarían en calidad a los grupos que se forman.

¿Argentina tendría que tener mejores ubicaciones a nivel femenino? Si no se puede mantener en el tiempo una liga nacional femenina que dure más de tres meses, por falta de presupuesto. Si las competencias regionales no son fuertes y mucho menos profesionales. Si hay provincias en las cuales no está ni siquiera organizado el básquetbol femenino. Si los equipos nacionales no cuentan con amistosos de calidad…

¿Se puede estar mejor? Siempre se puede mejorar. Los entrenadores Hernán Amaya y Ezequiel Vallet han comenzado ya hace algunos años la búsqueda de talentos y altura para las selecciones menores nacionales. Un trabajo de hormiga, a mediano/largo plazo, pero muy necesario, para agrandar el espectro de muestra de las preselecciones, y a su vez, incrementar la talla de las selecciones, algo muy beneficioso a la hora de salir a competir.

De igual forma, solamente con eso no alcanza. El compromiso de todas las partes debe ser real, y no sólo un mero slogan como “El objetivo es el 2016”. Los clubes deben ser el primer foco de captación de talentos, y los formadores de las jugadoras. Las federaciones deben explotar al máximo sus competencias, dejando de lado intereses mediocres que siempre están de la mano de nuestro básquetbol femenino.

FFBRA debe seguir intentando establecer la liga nacional, tanto en mayores como en formativas, como el mejor camino para el crecimiento de nuestra disciplina; y fortalecer dicha competencia con la realización anual de los campeonatos argentinos.

Por último la CABB debe dar su cuota de compromiso, ya que también es tutora de esta criatura, pese a que no sea tan bonita y marketinera como su hijo mayor: La Generación Dorada.

Emanuel Niel
En twitter @ManuNiel
www.pickandroll.com.ar