Poco tiempo para descansar tuvo Natacha Pérez luego del Campeonato Argentino, porque se sumó a la tercera concentración de la preselección argentina en el Cenard. La otra mendocina en el grupo albiceleste es Carolina Sánchez, que se prepara para el torneo FIBA-Américas, que se realizará en la ciudad de Neiva (Colombia) el mes próximo.
Nacha fue una de las mejores jugadoras que tuvo el Argentino; su juego fue prolijo, atlético y muy intenso, tal vez porque desde este principios de año se fue a vivir a Buenos Aires.
La idea de esta futura nutricionista era mejorar sus entrenamientos, sumar experiencia y ganarse un lugar en la selección argentina mayor, que este año y el que viene tiene varias competencias.
Nacha firmó contrato con Lanús para jugar el torneo Metropolitano y la Liga.
–¿Estás amargada por el Argentino?
–Más o menos, estuvimos ahí, nos sacaron una diferencia, nos recuperamos y da bronca quedarse tan cerca. Saber que estuvimos a un doble de haber ganado antes de ir al suplementario. Pero más allá de eso pusimos muchas ganas y sabemos que hay mucho para mejorar.
–¿Antes se sentían campeonas?
–Sabía que iba a estar difícil, pero después del primer partido contra Capital supe que se le podía ganar; perder nos dio la posibilidad ver qué había que mejorar. Siempre supe que íbamos a ganar pero nunca pensé que nos iba a costar tanto anotar, y eso anímicamente te tira abajo. Pero me gustó porque ellas no lo tuvieron fácil.
Pero claro que quería ganar el torneo, porque era el momento, ojalá se pueda repetir. Pero esta vez era única, porque estaba Carolina, habían venido las chicas de afuera y porque se jugaba en Mendoza.
Igual, prefiero haber perdido en suplementario. Ellas se conocen muchísimo, de las siete que jugaron cinco son de Lanús, compañeras mías, y juegan casi de memoria.
–¿Cómo ha sido la experiencia en Lanús?
–El año pasado había estado como refuerzo, pero ahora tengo el pase por todo el año. Estoy muy contenta, el equipo y el grupo es muy lindo, me siento muy cómoda y si bien nos cuesta ganarle a Vélez y a Unión Florida, hemos mejorado mucho y estamos segundas. Me siento importante en el equipo y eso sirve cuando estás lejos.
–¿Seguís estudiando en Mendoza?
–Sí, me quedan dos años en Nutrición; estudio sola en Buenos Aires y viajo para rendir cada mesa.
–¿Te radicaste en Buenos Aires para mejorar tu calidad y para estar más cerca de la selección argentina?
–Esa era la idea, prepararme muy bien todo el año, mejorar e intentar quedar la selección. Está difícil, hay muchas chicas, pero me tengo fe.
–¿Cómo son los entrenamientos?
–En Lanús se entrena muy bien, tengo dos prácticas semanales de tres horas y media, donde se hace de todo. Gimnasio, físico, cancha, y nadie se queja, porque allá todo es muy profesional, te matan en cada entrenamiento. A su vez tenés todo lo que necesitás: médico, kinesiólogo, ya sea para jugar el torneo Metropolitano o la Liga Nacional. Me ha hecho muy bien toda esta preparación, es la primera vez que no me canso jugando un Argentino, me siento muy bien físicamente.
–¿Es tu plenitud física?
–Claro, es otro ritmo de entrenamiento y preparación el que tengo ahora, eso era lo que sentía cuando iba a las concentraciones, ponerme en ritmo y aguantarme todo. Al estar jugando en Buenos Aires estás viendo las jugadoras allá, aprendés, y cada vez que tengo una concentración lo vivo más tranquila.
–Tras la grata experiencia que se vivió en Mendoza, ¿cómo creés que puede seguir creciendo el básquetbol femenino?
–Que banquen más desde todos los ámbitos; no es un cambio que se pueda dar de un día para otro. Ojalá que el Argentino sirva para mantenerse, que se interesen, que los entrenadores quieran dirigir el femenino, que no sea una sobra, que sea competitivo, y que se ayude a las jugadoras en lo mínimo, aunque sea. También poder sumar más equipos en la Liga sin egoísmos.
Fuente: Érica Mariana Lópezelopez@diariouno.net.ar
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